30 Ajab, hijo de Omrí, hizo el mal a los ojos de Yahveh más que todos
los que fueron antes que él.
31 Lo de menos fue haber seguido los pecados de Jeroboam, hijo de
Nebat, sino que, además, tomó por mujer a Jezabel, hija de Ittobaal, rey de
los sidonios, y se fue a servir a Baal postrándose ante él.
32 Alzó un altar a Baal en el santuario de Baal que edificó en Samaría.
33 Hizo Ajab el cipo y aumentó la indignación de Yahveh, Dios de
Israel, más que todos los reyes de Israel que le precedieron.
34 En su tiempo Jiel de Betel reedificó Jericó. Al precio de Abirón, su
primogénito, puso los fundamentos, y al precio de su hijo menor
Segub,
puso las puertas, según la palabra que dijo Yahveh por boca de Josué, hijo
de Nun.